En tu mirada.
Los ojos. ¿Que tanto nos puedes mostrar?
¡Tanto! ¡Tanto!
Sin pensar, al menos a mí.
Me daba igual la vista de las demás personas,
Pasaba mis días mirando las hermosas letras de los libros,
de letras y fugas.
Y mi vida trascurría así, en la simple información táctil
de una biblioteca y otra.
¡Leer y más leer ¡
Hasta aquel día que tus ojos, si, tus ojos
se quedaron prendados en mi mirada.
Aludidos y situados en mis pupilas.
Entonces ya no tuve más pensamientos baratos,
entre textos...
¡No! Con tus ojos me fue suficiente para encontrar
el infinito del conocimiento más profundo,
el más sutil,
el más complejo,
el más loco,
El mas esplendido.
¡Tus ojos! Fueron el libro que intente comprender,
entender,
Investigar,
Escribir,
Redactar,
Descubrir.
Y que por más métodos que aplicaba,
Más me perdía en tus ojos.
En esa mirada de miradas pausadas,
calladas,
Desnudas.
Que tanto, tanto amo mirar.

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