NI DIOS LO SABE

A veces como ahora, entre los campos magnéticos de las fuerzas positivas y negativas de mi alma me recuesto en la tierra húmeda de mis propios y pectorales abrazos, sumergiéndome en esa inexorable pregunta sobre la humanidad, mientras miro pinturas de Escher y me fundo en los colapsos termodinámicos de la física cuántica y la abstracción matemática de los algoritmos infinitos, calculando la densidad molecular de un simple vaso con gotas de vapor, y ahora ¿Qué? me pregunto, mientras escucho de una y mil maneras el réquiem de Mozar,  vaya que razón de razones las mías fumar y ser fumada en un vaso cuántico de esperma y toxinas que dejan el humo de amores platoncito diogenisados con vapor de éter y  sulfuro de cobre. 

Entre matraces y tubos de ensaye, peltre de doquier materia, en silencio al mirar las estrellas de un cosmos ahumado y caleidoscopio, como el telescopio interno de mis adentros en observatorio perpetuo del método científico, con la misma formulación de una pregunta que me da las vueltas a mil por hora en mis adentros cerebrales, y miro la tierra fecunda y viviente dar vueltas en sus ejes rotatorios y de traslación en experimentación transitiva y sensata con formula y lapices de medición continua a distancia de un tercer eje, el eje de trasfiguración o materia mutua,  así, como la transición misma y que he determinado aquí como eje de centrifugado cuántico accionando el sistema binario de mis esencias furtivas y emblemáticas como sutilezas fragmentarias y asépticas. y no soy más que esa pregunta de ¿Y ahora qué? ahora, como si se pudiera filosofar sobre el ahora de un mundo en sentimentalismos fugitivos o inexistentes, banalidad inexorable del pensamiento en cadena y en Matriz continua de experimentación sin detenimiento análisis o profundidad. sólo la ciencia lo sabrá o tal vez ni Dios lo sabe, sólo tal vez, Dios mismo no se dio cuenta de cuanto sus moléculas de Hidrogeno Carbono, cobalto, radio, litio etc., serían capaces de hacer al fusionarse, de tal forma que no puede ni el Explicar lo complicado que es el universo y el palpitar del corazón humano.